11/8/09

Quiero ser feliz y no puedo…

Sin importar nuestra edad, la actividad a la que nos dediquemos o el lugar donde residamos, todos tenemos algo en común: buscamos ser gente de éxito.
El éxito se define como la realización de metas, el llegar a donde nos hemos propuesto. Quizá hemos procurado por uno u otro medio, concretar múltiples anhelos, pero al final todo se cae a pedazos, y nos preguntamos ¿qué hay que hacer para lograr lo que quiero?
ES CUESTION DE RELACION.
“ Y Dios dio la victoria a David por donde quiera que fue” (2samuel 8:6)
Lo que hizo al rey David un hombre sumamente exitoso no fueron sus estrategias militares sino su relación con Dios.
Por lo común, la gente piensa que Dios es una opción, un ser más a nuestro alrededor, cuando en realidad es el eje de la existencia. Cualquiera que se apuntala en Él, tiene garantizada la victoria n todo los ámbitos.
Al estar relacionados con el Señor Jesús, Él mismo nos guía para conseguir lo que deseamos. David tuvo éxito porque apoyó sus metas en su creador, tanto que ni siquiera pasaba por su mente el temor o la derrota, cuando se enfrentó al gigante Goliat, dijo: “Tu vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre del Señor de los ejércitos… Dios te entregará hoy en mi mano y yo te venceré.” (1 S. 17:45-46)
La fe es un elemento esencial para agradar a Dios y así alcanzar sus bendiciones, si esa fe no tiene un fundamento, será frágil y tarde o temprano desfallecerá. De ahí que Jesús mencionara cuán importante es edificar nuestra casa sobre la roca (mateo 7:24-27), es decir estar afianzados en Él. Nuestra casa es nuestra mente y la roca es Dios, así entenderemos que todo lo que pensamos y hagamos debe y será bajo el pensamiento de que hay un Dios que lo puede todo.
Y que la felicidad esta en el Plano espiritual y no físico, porque todo lo demás vendrá por añadidura.

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